El Papa Vergalio: argentino

por Medio Gurméndez

Los uruguayos , en general, somos criticones.
Los uruguayos que escribimos en La galanga somos 100% criticones
Pero hay cosas que se critican solas.
Las repercusiones que la elección del Papa Vergalio (según un buen amigo Vergalio es la deformación de su verdadero apellido: Pijoglio) ha tenido en Argentina es una maravilla que, solo porque sucedió al terminar Carnaval, no pudo ser usado por todas y cada una de las murgas de este país; esperen al año que viene.

Para destaque de nuestros hermanos rioplatenses (y que me perdone Rudy):
Tomaron la elección de un Papa argentino de igual manera que si hubieran ganado un campeonato de fútbol. Los vimos con banderas, las caras pintadas de albiceleste pero también con los colores de San Lorenzo, saltando alborozados, con una carga de chauvinismo difícil de entender para un país laico y gris como el nuestro. Cuentan que en varios bares de Bs As pasaban en pantalla gigante y en continuo el momento en que se elegía a Vergalio (o Pijoglio); lo peor es que cuando daban su nombre gritaban ¡¡Gooollll! y se abrazaban.
Entrevistaron a todos y cada uno de los que algún día se habían cruzado con el Papa antes de ser Papa: compañeros de escuela, del cuadro de fútbol, del ómnibus, etc. Pusieron cámara de TV fija, las 24 hs en la puerta de la casa de la hermana, para ver quien entraba y salía.
Escuchamos decir en un noticiero argentino que, cuando la multitud se empezó a congregar en la vaticana plaza de San Marcos, "Hay una enorme cantidad de argentinos, con banderas, sus caras pintadas ... Bueno; también hay gente de otras nacionalidades ..."
Será por crítica, será por envidia: para nosotros el candidato seguro era Monseñor Nitocás Tucoño.

Gracias Carolina P