por Medio Gurméndez (metido en fóbal ahora que casi clasificamos)
El miércoles 20 termina la eliminatoria - clasificatoria para el Mundial de Brasil 2014. Todos Uds saben (¿son lectores de La Galanga o viven adentro de un Tupperware?) de la agobiante campaña celeste, con sus idas y venidas. Saben del último partido en Amman - Jordania y del 5 a 0 que se comieron con hidalguía los jordanos.
De fóbal no pienso hablar (ni escribir); de eso se encarga nuestro comentarista estrella Trancazo.
Quiero sí mencionar y difundir una campaña de buen comportamiento que se está llevando a cabo por estos lares en vísperas del partido del miércoles.
Sabido es de nuestra idiotez a la hora de empezar, transcurrir y finalizar un encuentro de fóbal. La actitud que esgrimimos es mucho más propicia para una guerra mundial que para un encuentro deportivo: cantos de guerra, gestos de guerra, promesas de guerra. Todo esto se vino gestando a lo largo de la Historia del Fútbol, a veces sin darnos cuenta, a veces por permisivos.
¿Nunca escucharon a comentaristas, deportistas o técnicos decir que "vamos a tratar de herir al rival", "la línea delantera está muy queda, no sale a lastimar el arco", "el Nº9 fusiló al arquero", "nos defendimos con uñas y dientes" y una larga etcétera?
¿Nunca vieron como antes del partido ya vamos preparándonos como para una guerra de tribus con más presencia policial que en una invasión armada?
Por el contrario cuando la Celeste fue a Jordania nos recibieron gratamente; durante el himno guardaron un respetuoso silencio; hasta aplaudieron el 5º gol y cuando terminó el partido aplaudieron a todos los jugadores. Capaz que los jordanos, pueblo castigado por guerras de todos los colores, aprendió que el fóbal es un juego (o no aprendió aún que el fóbal es la guerra entre hombres de pantalón corto y camisetas deportivas).
Por eso cuando este miércoles entren estos tipos que vienen de tan lejos hagamos un esfuerzo supremo y comportémonos como gente.
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