Hoy nos vamos a dedicar a un término nuevo, seguramente un neologismo para nuestros especialistas del idioma, aunque ya escuchado, dicho, escrito y hasta gritado desde que yo (Máximo Gur Méndez) era chico.
Se trata del vocablo Tarifazo.
Por Tarifazo se debe entender como una ajuste de tarifas desmesurado. Y aquí podemos decir que puede ser desmesurado con respecto a los precios en general, a la inflación o a los salarios reales.
Quienes llevamos unos años a cuesta podemos contarles a los más jóvenes que, por ejemplo en 1968, cuando la inflación era del 183% (gobierno del bermellón Bocha Pacheco) a éste se le ocurrió que para frenarla podía inventar una Comisión que se encargara de fijar Precios y Salarios. La llamó COPRIN y lo primero que ésta hizo fue congelar los precios y los ingresos de los trabajadores ... al día siguiente del aumento de tarifas y de precios de todas las cosas!!! Las tarifas, luego, fueron congeladas ... y no había tarifazo!!
Ya más cerca en el tiempo podemos recordar animados gobiernos pálidos y bermellones (Sangrinetti y Lavenida) cuyas inflaciones iban entre 80 y 115% y que las tarifas aumentaban antes de los ajustes y varias veces en el año.
Hace un par de días se hizo público que en enero, por única vez en el año, las tarifas de los Entes Públicos aumentarán entre un 7,5 y un 8,2% (inflación: 8%, salarios reales: un 10%). Los amigos de los Partidos Pálido y Bermellón demostraron su estupor al grito de ¡¡Tarifazo!!
Hoy también se podría definir el vocablo Memoria.
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