por Mínimo Gurméndez
La Galanga no puede estar ausente. La Mesa de Navidad es algo serio y en La Galanga lo vamos a ayudar a prepararla.
Lo primero y más obvio es calcular cuántos van a ser. Ya fue dicho en un artículo anterior (ver artículo sobre Navidad aquí) lo difícil que es este primer paso. Pero hay que tratar igual.
No pueden faltar sillas para los veteranos.
Y si usamos sillas de jardín (las de plástico) hay que calcular dos sillas por cada gordo. Los gordos encastran dos sillas juntas y se sientan hasta que es la hora de los cuetes.
Una vez calculado aproximadamente el número de los concurrentes pasaremos a calcular la comida y la bebida.
A los menores de 12 años no se les debe calcular para la cena; solo se les calcula para la picada previa. Ellos comen muchas papas chips, muchos chizitos, mucho salamín ... y nada más.
A los adolescentes entre 13 y 16 años se les debe calcular en la bebida, la picada y los cuetes. Cámbiele un chorizo y dos chinchulines por tres cañitas voladoras y los tendrá más que contentos. A los adolescentes entre 17 y 25 años calcúlese el doble de bebida y sobre todo si hay cerveza y hace calor. Aunque usted no sepa desde cuándo, ellos ya han generado una tolerancia hepática al alcohol mayúscula. A los adolescentes entre 26 y 35 años (como verá la adolescencia tiene, al menos, tres etapas etarias) no los calcule: nunca sabrá si vienen a esta casa, a la otra, a la de la pareja o se juntan con los amigos.
Una Fiesta necesita de una dieta equilibrada: tiene que haber todo tipo de porquería.
En nuestro paisito, donde las Fiestas nos agarran en pleno mormazo de fin de diciembre con 35º de calor a la sombra, no pueden faltar las nueces, almendras y avellanas; los turrones (aunque se vayan derritiendo) y el Pan Dulce. No le debe de hacer caso a eso de las calorías para pasar el frío del invierno del hemisferio norte; las calorías son para pasar indemnes las Fiestas.
Deben extremarse todas las precauciones para tener todo tipo de cárnicos: pollo arrollado, junto a cerdo agridulce, colita de cuadril al horno, Pío Nono de atún, empanadas (de jamón y queso, pollo, carne y pescado) y, si fuera posible, algo puesto en la parrilla. Para los portadores de colesterol esto no será un problema; ellos ya están convencidos que las Fiestas son solo una vez en el año (aunque vengan de festejos y despedidas desde hace 15 días). Los que sí son un problema son los vegetarianos y su ala extrema, los veganos. Para ellos se pueden poner algunas tostaditas saladas con Humus de garbanzo.
En la mesa es conveniente poner al menos dos vasos y/o copas por comensal. Excepto el gordo, que queda fijo a su doble silla, todos los demás revolotean por allí y pierden su vaso.
Si la cosa es de mesa para estar sentado centre el plato con respecto a la silla. A la derecha irán los cortantes y a la izquierda los trinchantes (excepto para los que son zurdos; pero ellos mismos harán el cambio). La cuchara (no se tomará sopa pero seguramente habrá helado) va en el extremo opuesto del plato con respecto a la silla. El teléfono celular va a la derecha de los cuchillos.
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