El Estiercolero de la Plaza Cagancha se ha destacado, desde sus mismos orígenes, en ser un aspirante a destaque galanguero. Durante la dictadura uruguaya (los años de plomo le dicen los que antes le decían el período de excepción; yo siempre le dije igual: dictadura uruguaya) se esmeró en su hijoputismo. Hoy alcanza con la ignorancia que demuestra muchas veces y con el rancio olor conservador que mantiene.
A esto podemos agregar una perla más a su collar: también es daltónico.
Con contribución inédita de Issax, cubano en Valdense, traemos esta última.
Decidí el color del Mar, por favor!! |
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