Las dos caras de una misma moneda

 

por Máximo Gur Méndez

Hay, hubo y seguirá habiendo innumerable cantidad de protocolos para el combate del Cobicho. Lo que antes estaba bien, luego no estaba tan bien para después estar mal y al final estaba bien si señor. Y así al derecho y al revés. 

Y además cuantas cosas que no se sabe como arreglar y cada vez que se intenta es peor.

¡Ejemplos de idas y venidas hay tantos! 

Pero lo más raro son los ejemplos contradictorios.

Allá por marzo varios gendarmes sacaron del agua a varios surfistas y los cagaron a multas (por poco no los meten presos) porque estaban surfeando en vez de quedarse en casa. La semana pasada nuestro presidente Lavenida Junior no solo surfeaba, sino que se sacaba fotos y aparecía en la prensa de todo el mundo. 

A muchos no los dejaron salir ni entrar del país porque las fronteras estaban cerradas. Y está bien: si están cerradas, ¡están cerradas! Incluso para los que tenían a sus padres gravemente enfermos del otro lado de la frontera y no podía ir a socorrerles, despedirse ni hacerse cargo de su entierro. Pero el ministro del interior Lalagaña se le ocurre  operarse en Buenos Aires (tiene todo su derecho de eligir donde gastar su plata) y cruza. Y para colmo aduce que esa operación no se la podía hacer en Uruguay ... ¡¡¡pero en Uruguay se hace desde hace años!!!

Ni que decir de las aglomeraciones: cuatro adolescentes tomando mate o cerveza en una plaza de barrio son llamados al orden por 12 gendarmes del GEO. Pero 150 nenes bian toman daikiri al son de la música en playas esteñas y los policías están en otra cosa.

Quiero terminar con un caso paradigmático de hacé lo que yo digo pero no lo que yo hago: el saludo afectuoso que un día sí y otro también da el presidente y todo su gobierno a la cultura en general y a la ciencia universitaria en particular: que los test, que el personal de salud, que los investigadores y estadísticos, blablabla. ¡¡Felicitaciones Fulano que la revista Nature te pone como uno de los 10 mejores investigadores del Mundo!! Y después a toda la Educación se la mete en el peor agujero; en el que ya estuvimos acostumbrados a estar desde tiempo inmemorial; en el abandono a su suerte, sin plata ni recursos, hagan lo que puedan. Del que fuimos saliendo y demostramos que con ganas y fuerza, pero con Ceibalitas y Becas y apoyo estatal se hacían cosas maravillosas. 

Desarmá la Educación, Cuquito, eliminá aulas y docentes, proyectos y recursos, olvidate de la enseñanza pública, que la próxima pandemia la vamos a pelear con perros cimarrones.

Comentarios

Bien Máximo, vos cantás la justa cantás, sin pelos en la lengua, vamos arriba!!!

Anónimo