por Mínimo Gurméndez
Estos últimos días (los últimos mil y pico, dicen los más optimistas) nuestro princeso se ha visto una y otra vez enlodado en líos, acomodos, corrupciones, tramas varias, delitos aberrantes de personas de su más alta confianza. Y con magistral habilidad saca la pata del lazo, exactamente al revés de lo que prometió que iba a hacer. Porque con todo lo que pasa a su alrededor a mucha, muchísima gente solo le importa que se saque selfies caminando por 18 de Julio. Sepámoslo: muchos lo volverían a votar porque es un joven lindo y atlético, bonachón. Así de jodidos estamos.
Los últimos acontecimientos (salidos pura y exclusivamente porque la justicia al investigar los alrededores del pasaporte al narco Marset encontró que la vicecanciller Carolina Hache no era muda y tenía cosas guardadas) sacudieron casi todo. En nuestro paisito hora tras hora habían más y más noticias, repercusiones, tembladerales. Eso pasaba en el paisito; porque el princeso en su gira en EE.UU. para juntarse con lo más rancio de la derecha mundial (desde Rajoy a Lazo) ni se movió. No lo tocó, no lo hizo volverse a liderar sus filas en medio de esta última tormenta.
Tres días después (él se tomó su tiempo, no vaya a ser) vuelve (en un avión prestado por otro de sus amigos, un argentino que tiene causas judiciales abiertas en Argentina - SIC) para hacer una conferencia de prensa.
Y allí el princeso nos dice que nos quedemos tranquilos, que no pasó nada, que todo estuvo dentro de la Ley. Así y todo le acepta la renuncia a dos ministros, a un subsecretario y a su asesor estrella. Seguramente porque no pudimos perdonarles el éxito.
El periodismo nacional tuvo 72 horas corridas para preparar sus preguntas. Lejos de ello el princeso vino, se plantó adelante, habló 7 (siete!) minutos, aceptó 4 preguntas (ninguna del mi trillizo Máximo que levantaba la mano a lo loco) y se fue diciendo que estaba cansado (SIC!!!)
Mi trillizo Máximo le quería decir que, en su opinión, no debía de haber aceptado la renuncia de Jeber ni Tetilla: ¡debía de haberlos despedido!!
Porque no es lo mismo renunciar a que te echen.
Pero el princeso se sacudió el jopo y nos invitó a seguir con él porque hoy inaugura el hospital del Cerro.
Y si mañana se siguen destapando tarros no pasará nada: Jeber tendrá sus fueros parlamentarios y el princeso se sacará una selfie inaugurando un cantero de flores.
Comentarios
Excelente, y triste a la vez. Sacudite pueblo!
Anónimo
Suscribo totalmente el comentario anterior !!! Y despertate pueblo de una vez !!
Anónimo
Anónimo
Excelente, y triste a la vez. Sacudite pueblo!
ResponderEliminarSuscribo totalmente el comentario anterior !!! Y despertate pueblo de una vez !!
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