La invitación

por el Flaco

Hoy no pidan Galanga en joda. La joda está en otro lado, como en el piso 11. No esperen a que hable de la corrupción gubernamental, porque de eso estamos hasta acá, y todavía les queda un año para rematar lo que falta. No se ilusionen con que voy a derramar unos versos en décimas sobre los malla oro, las tabacaleras, el ex ministro Cardoso ahora escondido en la cueva de los fueros; o del milico con fueros que se confiesa desde su laberinto en el libro de Amado sobre su estrategia para que Tabaré le sacara la segunda amarilla y así arrancar con el Cuartel Abierto que repartía apartamentos a los militantes de manos de la segunda dama - misia Irene -,( y amenazó con que lo volvería a hacer, por lo que no me parece una buena idea candidatearla de nuevo a Vivienda); o de Robin Silva el refundador de la escuela que dijo que jamás sería candidato y ahora ya sabe que gana y es presidente y todo; o de Talvi renunciando porque le querían meter al hijo de Satanás en la comisión administradora del río Uruguay y se la vio venir; y ya que estamos en el mismo curso de agua, qué tal lo de la CTM de Asalto Grande donde por orden de Luis el hermoso no hay integrantes de la oposición y metieron por la ventana decenas de correligionarios votados como ediles pero que se despojaron de tal investidura porque optaron por la changuita más que bien paga por hacer proselitismo en Salto y volverse intocables por quince (!) años; o los asados en Anchorena con parlamentarios gringos convocados por la justicia de su country; o las avionetas misteriosas; o la milagrosa rotura del tomógrafo del puerto (scanner se dice en inglés), justo por donde pasan culadas de cosechas que llegan a Europa y resultan ser merca en tránsito; o los gomías de la operación Océano; o de Falsatti ahora recauchutada y devenida en escritora auspiciada por El Pis y quién te dice no le pique la vocación de servicio y en poco tiempo no esté armando un clú en el Cerro; o el mismísimo "hospital" del Cerro, auténtica maqueta a lo Damiani hijo que no tiene CTI, maternidad ni servicio de imagenología, por lo que las parturientas del oeste seguirán llegando en taxi al Pereira Rossell a las tres de la madrugada y los baleados continuarán saturando el block del Maciel como ha sido siempre; ni de Gracuela la espantaniños, la amenazadora de periodistas y estudiantes, que hasta desafía a que alguien le pida el teléfono y lambete que estás de huevo que te lo voy a mostrar si lo tengo en un webinar on line de curso de reventar granos con las uña mientras cobra sueldo de tercer golero y entorna las pestañas para declarar su amor por su majestad, el fruto; y si hablamos de mujeres, la tal Válery Ripsol pobre, le dieron una semana para que se aprendiera de memoria las primeras cuatro estrofas de la marcha de Tres árboles y se empezara a hacer la cheta en Esta Boca; o el senador pedófilo con red de espionaje a favor y persecución y amenazas a sus víctimas, en preventiva en el cinco estrellas de la Piedra Alta; y la H; y Pustillo y sus milanesas costosas recomendando a la señora de Romay que perdiera el teléfono; o el publicista con bastón presidencial que frota la lámpara y trasmite los deseos de su amo de una reunión secreta con entrada por el garaje para deletear teléfonos; y el pescado “pacomer”; o el colono trucho que ya hasta tartamudea de tanto decir FA; o del sargento García  Mr Burns comprando aviones oxidados o lanchas que nadie construye a precio de oro, pero siempre destilando su odio social sobre todo lo que sea de otro color; o Grandini, el proletario agitador de banderas; o Juan Juan! Sartorio, otro que bien baila y todavía no muestra de dónde saca la mosca y denuncia a la Jutep por violencia de género(!!); y Santía en el departamento fernandino; o Charles el virtuoso becando pasantes en Colonia; ni de Paul de Mierd, el ministro laboral (doña Coca, le dicen : el salame más vendido), y representante de un partido desaparecido, cantando alabanzas a la recuperación salarial igualando en el 2023 a las del 2019 (!!!!); o el Fibra, hombre orquesta y matón al servicio de la dinastía herrerista, seguidor de dirigentes sindicales, primeras damas, parlamentarios opositores, estudiantes, coimero por encargo y ahora en profundo y seguro que costoso silencio, escribiendo sus andanzas para Nelfli (y en lugar del patrón siempre va a poner a algún otro porque la mano del amo no se muerde), oh casualidad!, también en el hotel boutique de La Flórida (está quedando chico el albergue pa' tanto mafia); o el ministro Flema y su guerra sin tregua contra las ollas; ni de Jeder, gran musa inspiradora para este opúsculo y el carnaval venidero, que ya amenazó que después de la terapia vuelve al hemiciclo con “munición pesada”; o el vice de Jeder, que se sintió violentado en su intimidad familiar (pero no dice que la hija se hizo famosa porque le usó el celu para escribirle a la H en privée…), justo ella también desposada con un albacea de RREE; o del narco a esta altura más famoso que Escobar pero más invisible que el abuelo de Cachorra la de Isidoro (el general Bazooka), que por un propina de diez de los verdes ya hizo voltear varios ministros, vices, cónsules, porteros y escribanos, y se manda selfies desde Dubai mientras juega a la mosqueta con Interpol, la KGB, la policía de Paraguay, Bolivia y Colombia y quién te dice no ande en Gaza o Ucrania predicando la palabra; o Garchimón, la tía carreteada que aconseja a los conocidos cuídate nene “porque acá todo se graba”……y la lista es larga, y eso que prometí que no me iba a meter en esos barrios.

 

Este largo prólogo no debiera opacar el motivo de este envío, no. Uno de tantos de los que desde hace un tiempo acostumbro a remitir al poste restante, para que él lo desencripte. Y aunque putee contra mis tildes a la francesa, así le llegue a las once de la noche -, el tipo al otro día te lo sube al blog perfumado y hasta con foto, para que tu texto luzca recién parido y los galangueros se deleiten, o se embolen (de gustos, hay pa' todos, dijo el amargo y se lo confirmó el dulce).

Este muchacho que alguna vez hace mucho me dijo que ensalada rusa no comía y que prefería la soviética porque por convicción no era zarista. Y que otro día se me apareció casi en puntas de pie en la ventanilla de la escuela de graduados. Y que por las mismas razones de estatura alguna vez pidió “alcanzame una tarima“, mientras yo me pelaba por arrancar ese apéndice que estaba ahí regalado. Ese mismo, un agosto de no hace mucho me mandó un mensaje audiovisual conminándome : “Flaco, vos tenés que escribir en La Galanga”. Y le acepté el convite. Y me subí a su arca de Noé. Y aquí estamos. Y cumplió años hace poco. Y además se está jubilando, y mucha gente, muchísima, le tributó su sentimiento y su cariño. Hay profesiones de las que uno se retira. Pero hay oficios de los que nunca se abandonan. El don de gentes, el sentido del humor; por convocar alguno de sus atributos. Y por triplicado. Porque el Bordes se clona en los Gurméndez, y al final nunca sé cuál de los tres es el sorete que me caga a retos por mis comas abusivas. Porque seguro ha de tener tres corazones, de tan grande que es el suyo.

Y porque yo le debía este pequeño tributo al querido amigo, colega, compinche de andanzas galangueras, gran traductor de ese idioma humorístico que nos emparenta a todos los militantes de esta cruzada de saber reírnos de lo que nos pasa, aunque a veces la realidad sea tan gris como la del prolongado prólogo de ahí arriba.

Gracias petiso Daniel. Cumplafelí. Y mejor vida en la jubileta. Abrazo y arriba nosotros.

Con humor.

Comentarios

Gracias Flaco. Lo bueno de llegar a viejo es tener muchos recuerdos para atrás. La diferencia con los viejos de mierda es que la enorme mayoría de esos recuerdos son buenos.
Arriba galanguero!!
Daniel Bordes

El flaco, escritor versátil, prolífico, culto, instruido (al parecer en medicinaanatomiacirugíamatasanoscurandero) , también poeta, prosaico, nos deleita con la actualidad político jocosa de nuestro paisito con una saludo y alabanza al mayor de los Gurméndez, cuyo apellido me rechina por ser pariente cercano-lejano de un colgado candidato del partido bermellón.

Língula