La Galanga se lee por acá y por allá. Sabemos perfectamente que muchos lectores reales (no programas de computación que encuentran alguna palabra clave y entran en esa página) se meten en La Galanga en lugares tan diversos como EE.UU., España, Australia o Argentina. La mayoría de ellos son uruguayos, directa o indirectamente; la diáspora oriental es casi inconmensurable.
Pero especificamente los uruguayos que se han prendido a La Galanga lo hacen para mantenerse unidos a su país, a su gente, a sus cosas. Los que vivimos acá no nos podremos dar cuenta (hasta que estemos allá, donde ese allá sea) lo que es extrañar la rambla, o las torta-fritas, o el sonido del tamboril.
Por eso quiero decirles que el Tano de la Mondiola no ha parado de hacer cosas para La Galanga porque quiere seguir metido acá. El Tano se fue a California hace muchos años; y allá le fue bien, muy bien. Entre otras cosas su madre aún lo ata al Uruguay. Pero ahora, galanga mediante, ha dado rienda suelta a su uruguayés. Y el Tano no bancó que Abelardo Abelenda le mencionara la letra de Los Olímpicos. Para hacer ese video que hoy les presentamos tuvo que esperar a tener algún fin de semana libre y encima con sol para filmar con fondo celeste, para recortar las imágenes y componerlas.
¿Se imaginan el laburo que da todo eso en un tipo que además trabaja?
El Tano nos dedica esta murga, a los que todavía tenemos la suerte de encontrarla a la vuelta de la esquina.
Máximo Gur Méndez
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