por Trancazo
Ya basta. No podemos ni debemos emplear otro modo de expresión que no sea otro que el más libre ejercicio de la expresión directa. Hay que terminar con los subterfugios, con las indirectas, con los eufemismos, con las referencias indirectas, con las paráfrasis, con las hipérboles. Hay que llamar las cosas por su nombre. Y tampoco hay que irse por las ramas, como forma elíptica de aproximarse tangencialmente a un tema, en una geometría dilentante que no aporta más que oscuridades donde debería siempre haber claridades. Hay que ser directos y no desviarse del asunto. Y esto trae a colación la remota relación entre la desforestación del Chaco paraguayo con cierto retrogusto amargo que sucede luego del consumo de algunas cervezas mal llamadas "artesanales". Llegó el momento de la verdad, de llamar las cosas por su nombre. Y decirle al pan, "alimento básico que se elabora con una mezcla de harina, generalmente de trigo, agua, sal y levadura, que se amasa y se cuece en un horno en piezas de distintas formas y tamaños; su sabor, color y textura pueden variar según el tipo de harina empleado y los ingredientes secundarios añadidos, como leche, mantequilla, frutos secos, etc." Y al vino…. cualquiera, gracias.
Ya basta. No podemos ni debemos emplear otro modo de expresión que no sea otro que el más libre ejercicio de la expresión directa. Hay que terminar con los subterfugios, con las indirectas, con los eufemismos, con las referencias indirectas, con las paráfrasis, con las hipérboles. Hay que llamar las cosas por su nombre. Y tampoco hay que irse por las ramas, como forma elíptica de aproximarse tangencialmente a un tema, en una geometría dilentante que no aporta más que oscuridades donde debería siempre haber claridades. Hay que ser directos y no desviarse del asunto. Y esto trae a colación la remota relación entre la desforestación del Chaco paraguayo con cierto retrogusto amargo que sucede luego del consumo de algunas cervezas mal llamadas "artesanales". Llegó el momento de la verdad, de llamar las cosas por su nombre. Y decirle al pan, "alimento básico que se elabora con una mezcla de harina, generalmente de trigo, agua, sal y levadura, que se amasa y se cuece en un horno en piezas de distintas formas y tamaños; su sabor, color y textura pueden variar según el tipo de harina empleado y los ingredientes secundarios añadidos, como leche, mantequilla, frutos secos, etc." Y al vino…. cualquiera, gracias.
Llegó el momento de
llamar a las cosas por su nombre. Y déjenme que sea el primero que le arroje al
rostro de los cobardes que se esconden detrás de vericuetos y de engañifas, de
cómo va la cosa. Es ahora que le llamamos a las cosas por su nombre, y ahí les
va: ¡COSAS!
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