El doctor me dio una
gran noticia.
Estaba un poco
preocupado por algunos comentarios que había oído sobre la relación que
existiría entre el consumo de alcohol y la salud del hígado.
No tengo un consumo
problemático de alcohol, es más no tengo ningún problema en consumirlo. A veces
el problema es el suministro porque está todo cerrado y se terminó el perfume.
El asunto es que fui
al doctor a preguntarle sobre la salud de mi hígado.
Me mandó unos
estudios. La verdad que fui rifado porque no estudié nada pero igual me
analizaron.
Con los resultados
en la mano y los lentes de leer puestos, el doctor me dijo: "Mire mi
amigo, usted tiene el hígado de un niño de 9 años".
Se imaginarán que me
fui muy contento. Me fui a celebrar la noticia con un "cabernet
sauvignon", con un "pinot noir", con un "tannat", con
un "manténgase alejado de los niños" y con un "manéjese con
precaución - prueba forense".
Resulta que luego me
enteré que el niño al que el doctor se refería, era uno de sus pacientes que
estaba en espera de una donación de hígado porque el suyo estaba completamente
fuera de servicio, estropeado total.
La buena noticia es
que el trasplante fue un éxito y el pibe está hecho un rifle.
¡Salú!
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