Fue así que empezamos a re-escribirlos y si Uds. son tan amables, podrán leerlos cliqueando en la etiqueta que aparece al final -> La Galanga Infantil.
Hoy tomaremos de muestra un cuento de un tal Hans Christian Andersen, conocido en mi niñez como Las habichuelas mágicas, dado que su verdadero nombre era mal visto en nuestro lenguaje coloquial.
Hoy, para La Galanga Infantil: La magia del Poroto.
Había una vez un niño huérfano y pobre, cosa que se daba muy frecuentemente en esas épocas y en esos tiempos. La madre, que por orgullo no se había anotado en el MIDES, cobraba una pensión de mierda y habían llegado al extremo de que lo único que tenían era una vaca que les aportaba apenas un poco de leche diaria. Cuando vino el segundo aviso de que les iban a cortar el Cable por facturas impagas la madre le pidió al Braian (que así se llamaba el pobre chiquilín) que se llevara la vaca para vender en el pueblo.
El gurí agarró la vaca por la cuerda y se fue caminando despacito para vender el animal. Un par de kilómetros antes de llegar Braian se encontró con un tipo que le ofreció unos porotos mágicos en venta.
- "Estos porotos están de más" le decía el tipo; "Con dos porotos hacés flor de guiso; si rallás un poroto te da para hacer tres o cuatro fainá!" decía jactándose de su producto.
- "Es que no tengo un peso" se lamentaba el gurí.
- "No hay problema, botija; te los cambio por la vaca, pelo a pelo"
- "'tá!" dijo el gurí contentísimo por el negocio que había hecho.
Al volver a su casa sin la vaca y sin plata la madre le pegó tal paliza al Braian que hasta unos vecinos protestaron.
- "¡¡No se te puede pedir nada, mocoso de mierda!!" gritaba la madre sin darse cuenta que el gurí era menor y no hubiera podido hacer ningún compromiso de compra-venta por la bendita vaca. Y agarró los porotos y los tiró por la ventana.
El Braian, que lloraba tanto por la paliza como porque se daba cuenta que se iba a quedar sin Cartoon Network, mojó con sus lágrimas donde habían caído los porotos, sin darse cuenta que vaya uno a saber por qué esa mezcla hizo que los porotos transformaran sus genes y se convirtieran en el primer poroto transgénico, inclusive antes de Monsanto.
La cuestión es que a la mañana siguiente los porotos habían germinado y convertido en la tal planta, que llegaba hasta el Cielo mismo.
El Braian, bastante cansado de las palizas de la madre, decidió escaparse y se fue trepando a la planta. La cuestión es que llegó a un castillo en las nubes que habitaba un Ogro. Ya sé que el peso del castillo y el Ogro son incompatibles de estar suspendidos entre las nubes, pero Andersen a veces se pasaba de alcohol y deliraba así.
Braian se escurrió por una ventana del castillo y vio que el Ogro tenía una gallina que ponía huevos de oro, así que sin pensarlo más se la robó al Ogro.
Y allá bajó por la planta para dársela a la madre.
La madre cuando se enteró que la gallina ponía huevos de oro y que el Braian se la había robado lo perdonó de inmediato y, con el primer huevo de oro que puso la gallina, lo cambió por plata, pagó el Cable y se compró un celular nuevo.
Chocha de la vida sospechó que el oro estaba adentro de la gallina y la mató para obtenerlo. Como no encontró nada más que vísceras le dio otra paliza al Braian.
- "¡La próxima vez robá algo que valga la pena!" le amenazó.
Al otro día el Braian volvió a subir por la planta, se metió de nuevo al castillo, vio que el Ogro tenía una bolsa llena de monedas de oro (desde que el Banco Comercial le había birlado todos los ahorros no había querido poner más la plata en los Bancos). Sin dudarlo también le robó la bolsa de monedas de oro y se las bajó a la madre.
Más que contenta con todas las monedas, la madre pagó unas cuentas que tenía y se compró un autito chino.
- "Andá Braian; que ese Ogro debe de tener algo más para que le afanes" gritaba alborozada la madre.
Al otro día el Braian volvió a subir y se encontró al Ogro durmiendo con la cabeza apoyada en una caja de madera que tenía un cartel que decía: "Caja Mágica. Cada vez que se abre aparece un billete de U$S 100. Made in China"
Con mucho cuidado el Braian le quitó de abajo de la cabeza la caja mágica y cuando se iba también le quiso robar un parlante del MP3 que tenía pasando música pero que era una trampa del Ogro porque había notado que lo venían robando y había puesto eso al lado de la alarma con sensor de movimiento.
Fue así que empezó a sonar la alarma con tal volumen que el Ogro se despertó y empezó a perseguir al Braian que bajaba a toda velocidad por la planta.
-"¡¡Mamá, Mamá; dame el hacha que me persigue el Ogro!!" gritaba el Braian mientras bajaba.
La madre le dio el hacha a Braian que de dos hachazos cortó la planta y el Ogro se vino al suelo con tanta puntería que le cayó encima a la mujer, matándola en el acto por aplastamiento.
- "Y bueno, dijo el Braian, ya estoy grande como para robar solito".
GLOSARIO:
MIDES: Ministerio de Desarrollo Social
Cable: Servicio para abonados para la Televisión
de más: Lindísimos, buenísimos
fainá: Tortilla de harina de garbanzos
botija: Niño, chiquilín
pelo a pelo: El mismo precio
Chocha de la vida: Muy contenta
afanes: robes
Comentarios
Impecable, hilarante
Alejandro de Villa Dolores
Ja ja muy bueno.
Silvana Campos
Al borde del llanto!! Nos reímos mucho!
Martinha
Impecable, hilarante
ResponderEliminarAlejandro de Villa Dolores
Ja ja muy bueno
ResponderEliminarJa ja muy bueno.
ResponderEliminarAl borde del llanto!! Nos reimos mucho!
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