Consulta 2
- Doctor, tengo que comentarle que en la última consulta usted me cobró bastante más de lo habitual.
- Si. Claro, porque le enseñé lo que es la vida y eso tiene una tarifa especial.
- Pero yo no le pedí nada de eso y además usted me empezó a hablar de SU concepción de la vida, que no tiene nada que ver con lo que yo tengo como concepción de la vida y como yo pienso.
El Dr. Froi hizo un breve silencio, se rascó la cabeza, se pasó la mano por la frente, como buscando la calma que momentáneamente parecía haberse ido.
Se levantó, se dirigió a su escritorio y apretó el botón rojo del intercomunicador.
- Margarita, en esta sesión el Señor Martínez va a pagar la tarifa “Pelotudo que viene al consultorio a hablar de si mismo y de su propia concepción de la vida porque no tiene nadie que lo escuche” y no la de “Enseñanzas para encarar el mundo como un verdadero hombre”.
- Entendido Doctor, contestó Margarita desde el otro lado de la puerta.
Luego levantó el dedo del botón del intercomunicador, caminó hasta su silla y se sentó. Abrió su pequeña libreta, tomó su lapicera y de forma parsimoniosa, cruzó las piernas.
Se calzó los lentes y mirándose las uñas casi con desgano y sin mirar a su paciente le dice:
- Asunto arreglado Martínez, hoy paga la misma tarifa de siempre, hable que lo escucho.
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