Un viejo estaba caminando sin mayor rumbo por su ciudad cuando pasa por la puerta de uno de los prostíbulos más importantes del sitio.
Desde una de las ventanas siente que le chistan.
Una bellísima mujer, apenas cubierta por alguna ropita le grita:
- ¡Eh! ¡Abuelo! ¿No querés probar?
- No, mi'jita. Ya no puedo - responde el viejo mirándola dulcemente
- ¡Dale, vení! ¡Animate! ¡Vamos a probar!
El viejo subió y se portó como un marinero recién bajado del barco: 3 al hilo.
Entre suspiro y suspiro la mujer le dice:
- ¿Vistes como podías?
- Ah si. Garchar puedo. Lo que no puedo es pagar. La jubilación no me alcanza.
Moraleja:
La peor carencia en la vejez no es el calcio o el hierro; es la guita.Comentarios
Pero que le dieron a ese "viejo"?. Necesito receta urgente!
Língula
Pero que le dieron a ese "viejo"?. Necesito receta urgente!
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