por Máximo Gur Méndez
Hoy los uruguayos entraremos en el selecto grupo de países que se precian de tener implosiones de edificios.
Ya hace un largo, larguísimo tiempo, la dictadura trató de dinamitar las torres de Malvín. Pésimo resultado: apenas lograron tirarlas de
costado para después tener que terminar el trabajo a mano.
Hoy se dinamitará el Cilindro. Luego de la explosión y que se disipe el humo y el polvo se podrán solo reconocer los restos del edificio.
La Galanga, como siempre primera en ideas, hizo una compulsa a nivel nacional sobre qué otras cosas desearía que implosionaran con el Cilindro.
Estas fueron algunas sugerencias:
- La desagradable historia del Cilindro como cárcel durante la dictadura
- Los programas de Marcelo Chinelli de la TV
- La campaña propagandística electoral (toda ella)
- La mugre de Montevideo (la facilidad que tienen nuestros vecinos para hacerla y nuestro ADEOM para mantenerla)
- El doble discurso
- La mufa nuestra de cada día con su corolario: la caracúlica
- La impunidad; la de ayer, la de hoy y la de mañana
Comentarios
Totalmente de acuerdo,
Tano
Casi totalmente... sé que la propaganda jode, contamina visual y acústicamente, ocupa la radio, la tele... pero todavía me acuerdo de la primer campaña después de la dictadura y, después de años sin poder expresarse, aquel ruido, la música, los discursos, pasacalles, carteles, etc. eran un placer!!! aunque moleste, y a veces me caliente con lo que dicen algunos, vale la pena...
Erik
Puede ser que Erik tenga razón, pero aquella propaganda estaba basada en la esperanza de cambios, en la necesidad de cambios urgentes y cada vez que la oíamos teníamos una pequeña certeza que el cambio vendría. Y el cambio vino. La mejora es increíble, eso es indudable, entonces ahora la propaganda nos molesta porque niega una realidad, que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Pero también trae consigo un balance que debemos hacer y del que lamentablemente salimos en falta. Y si, nos falta mucho todavía, espero que podamos concretar todo lo que falta, que nos dejen...
Aura del Pedregal.
Totalmente de acuerdo,
ResponderEliminarTano
Casi totalmente... sé que la propaganda jode, contamina visual y acústicamente, ocupa la radio, la tele... pero todavía me acuerdo de la primer campaña después de la dictadura y, después de años sin poder expresarse, aquel ruido, la música, los discursos, pasacalles, carteles, etc. eran un placer!!! aunque moleste, y a veces me caliente con lo que dicen algunos, vale la pena...
ResponderEliminarErik
Puede ser que Erik tenga razón, pero aquella propaganda estaba basada en la esperanza de cambios, en la necesidad de cambios urgentes y cada vez que la oíamos teníamos una pequeña certeza que el cambio vendría. Y el cambio vino. La mejora es increíble, eso es indudable, entonces ahora la propaganda nos molesta porque niega una realidad, que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Pero también trae consigo un balance que debemos hacer y del que lamentablemente salimos en falta. Y si, nos falta mucho todavía, espero que podamos concretar todo lo que falta, que nos dejen...
ResponderEliminarAura del Pedregal.