Por Tano de la Mondiola
Hoy voté. Por voto consular, en un referendum para impedir a las petroleras perforar indefinidamente en nuestro Mar Tirreno, parte del Mare Nostrum de los romanos. Claro, voté en un referendum italiano.
Aunque a algunos les parezca mentira, los países civilizados dejan votar a los hijos de sus hijos aún cuando no hayan nacido en el suelo patrio, reconociendo el jus sanguini y el hecho de que por guerras, miseria o persecuciones, el mundo fue sembrado por el talento y tesón de su gente. Un voto seguro, en doble sobre, secreto, imposible de fraguar. Y si en un ataque de epilepsia temporal por acá quisiera votar a Trump en las primarias o nacionales, también podría. Y si me voy al Alto Volta o a la base lunar puedo votarlo a e'l o a Sanders, por voto consular. Pero allá donde nací, no puedo votar ni para cambiar un farol en la calle.
Lo mio es solo un anécdota pero representa a ma's de medio millón de personas. Y en la Galanga hay muchos jóvenes lectores con ansias de saber. Es nuestro deber divulgar cosillas con tufillo fétido pero muy reales. De otro modo haríamos como el avestruz. Caras de asombro evoco en la gente cuando comento que en Uruguay no permiten votar a casi 1/6 de su población, nacida allí, con familia allí a la que muchos mantienen, y pagando impuestos. No estamos hablando de hijos o nietos con mayor o menor desapego y conocimiento. Allí entraríamos en temas socio-filosóficos mas complejos que no es nuestro objetivo discutir.
Estoy hablando de inmigrantes primarios. Gente que por miseria, persecución, o falta de futuro, llegada la vida adulta, se tuvieron que ir: antes, durante y después de la dictadura. Gracias a lo cual otra gente consiguió trabajo al disminuir la oferta y así mejoro' la economía local. Políticas malthusianas tan admiradas por Kissinger.
En el Uruguay, que se cree tan solidario y liberal, no se permite el voto consular por ley y cuando se le dio la palabra a la gente (otro capitulo a discutir, esas cosas se hacen en los Parlamentos y no por aclamación), 63% de ellos votó para negarnos ese derecho inalienable. Fueron 11% ma's de los que votaron para mantener la ley de caducidad...Contundente. En los 70 los llamábamos simplemente: reaccionarios.
Pero esto no paso' en 1970 ni en el siglo XIX aunque así parezca, fue en 2009.
Nos quieren mucho menos a nosotros que a los verdolaga. Minga de jus soli o jus sanguini. Jus jodete. Puede pensarse que el motivo es y fue la envidia: se fueron, que se jodan (he oído tales comentarios). Otras bibliotecas sugieren que quizás razonan asi pero no lo dicen :"yo no tuve el coraje de rajar y me arruiné la vida, éstos que se fueron, manden plata para hijos y padres, paguen impuestos pero no se inmiscuyan en votar para tratar de mejorar la vida de sus familias y compatriotas". Y sino es así el razonamiento, que me lo expliquen. No estuvo mal Torres con su clásica ilustración. El mundo al revés. Como les contaba en otra entrega.
Cabe preguntarse:
¿Que' pasaría si de pronto los ma's de medio millón de tipos/as que ese país echó dejáramos súbitamente de enviar remesas?
¿Cuáles serian las cifras de pobreza y extrema pobreza?
¿Cuánto caería el consumo interno?
¿Cuántos ancianos morirían de frío y hambre?
Nadie publica esos datos porque tienen miedo. Estoy seguro que los tienen.
¿Qué les pasaría a muchos a los que les facilitamos la vida yéndonos, si volviéramos de repente a competir por sus trabajos con experiencias de décadas en USA, Europa o Australia? Temblarían.
Está brava la estiba en el puerto, me dicen...Son jodidas para el espinazo las bolsas de 50 kg de cemento portland Artigas.
Por eso el Uruguay sigue siendo un país pequeño, no solo en territorio sino en mezquindad, con esas mayorías de gente identificada con los logros de millonarios futbolistas, gerentes y propietarios de clubes de dudosa ética (que luego son presidentes de la República*, dos veces c/u) ..aferrados a Suárez, sus mordiscos y el diario que les revela si hoy hizo caquita o no. O se discute en el parlamento, como si fuera un tema serio, si hay que poner una estatua de la virgen Maria en la rambla. Todo dicho, un país de cuarta y no de primera como dice el Fondo Angosto.
Pero hubo en 2009 un 37% que pensaba distinto. Y un 40% que voto el No en 1980. Una coincidencia que quizás no es tal. Y ahora pueden ser ma's. Por eso y porque estos temas deben discutirse, a los jóvenes me dirijo. Los veteranos nos acordamos de cuando eramos adolescentes y cruelmente decíamos que las cosas cambiarían cuando se murieran las viejas pachequistas. No le deseábamos la muerte a nadie, solo era la clara noción de que faltaba un cambio generacional. Y de alguna manera, así ocurrió. Como educador, guardo una esperanza (confieso que es frágil y tenue) de que las cosas cambien.
Gracias, Italia por permitirme al menos votar en un plebiscito por un tema ecológico importante, reflexionar sobre este tema y hacerme sentir parte de una nación, lo que las masas de nuestro lugar de nacimiento nos niega a tantos. Y así les va. No se los deseamos, pero pruebas al canto.
* El esquema de adquirir popularidad dirigiendo clubes de deportes de masas para pasar al gobierno y/o sus esferas es muy exitoso y nada nuevo: por nombrar solo unos pocos,
Bush y Berlusconi son los ejemplos internacionales, Sangrinetti, Damiani y el Borbon los locales. Este ultimo decidió reflotar la vieja receta y se pasea por los estadios a ver si levanta la imagen.
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