Con este pequeño traspié del diputado suplente Panchito San Abria las cosas se pusieron muy coloradas (válgame la redundancia). Nadie quiso entender que la culpa la tiene el Contador Pijara del Banco Central por no controlar convenientemente a las Casas de Cambio, algunos Estudios de Abogacía y/o Notariales y algunas personas en particular que también reciben dineros en custodia de terceros que quién sabe de dónde sacan. Estos tipos, que antes eran llamados prestamistas, ahora fueron convenientemente rebautizados como empresarios que se extralimitan en las opciones operativas de sus negocios. Y como nadie le quiere echar la culpa al gobierno fondoangostista de que existan estos tipos se la agarran con los tipos mismos y le quieren hacer creer a la gente que es culpa de ellos y de los que ponen la guita en cualquier lado sin pedir ningún resguardo.
Por suerte salió Pedro Bordaybarre a jurarnos que el Partido Bermellón, preclaro defensor de la legalidad toda, está solamente esperando a que el diputado suplente San Abria vuelva para que explique bien cómo fue todo ésto. Y si las explicaciones no son convincentes se aplicará todo el rigor de la disciplina partidaria llegando incluso a castigos ejemplarizantes como llamarlo "Gordo" o pintarle bigotes en los afiches de propaganda electoral que, junto al Diputado Germán Cargoso, pegatineaban en Maldonado.
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| Facsímil de lo que harían en los afiches partidarios |
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| Ya hay algún militante bermellón esperando el pronto y seguro retorno de San Abria |
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