Y Odoacro sigue mechando cuentos entre foto y foto.
Porque la vida es diversa.
¡Y Odoacro vive y lucha!
Arrebol
por Odoacro
García, de pie miraba el crepúsculo; solo en aquella playa llena de turistas que fingían ser felices.
El sol acomodaba rojos en un cielo empedrado. De pronto recordó la frase que repetía su abuela cuando el horizonte en llamas rebotaba en los techos de lata de las últimas casas del pueblo - sol de guerra - decía y callaba.
García imaginaba batallas, campos ensangrentados, muerte.
Supuso que esa era la razón por la que detestaba los ocasos.
El sol cayó finalmente, y una salva de aplausos lo tomó por sorpresa.
Los bañistas aplaudían, cruzando sonrisas. García los miró asombrado y subió la apuesta.
Gritó haciendo palmas - ¡Otra!, ¡otra!
-¡Una mas, y no jodemos mas!
Se dio media vuelta y se marchó sin esperar.
Comentarios
Gracias Odoacro por esos recuerdos poéticos.
Alejandra
Alejandra
Gracias Odoacro por esos recuerdos poéticos.
ResponderEliminarAlejandra