Recorrida por el Uruguay (1)
por Violetero
Estaba en casa en Pinamar y me preguntaba: ¿por qué
yo no hago como los ciclistas y salgo a recorrer el Uruguay casi como ellos? Y
digo “casi” porque yo no pensaba hacer mi recorrida en bicicleta; la haré en mi
moto. Y entonces me decidí y vean lo que me pasó.
Tomé por la Interbalnearia y
al llegar a Salinas me puse muy contento. ¡Qué lindo
reconocimiento a los indios, pensé al ver el hermoso arco en la entrada al balneario! Al llegar a Atlántida, me llamó la atención ver muchas personas deambulando por sus calles y además totalmente secas. ¡Si hará tiempo que no paso por acá; suponía que todavía la Atlántida estaba hundida en el mar! En Parque del Plata retiré dinero del Banco y continúe mi camino.
reconocimiento a los indios, pensé al ver el hermoso arco en la entrada al balneario! Al llegar a Atlántida, me llamó la atención ver muchas personas deambulando por sus calles y además totalmente secas. ¡Si hará tiempo que no paso por acá; suponía que todavía la Atlántida estaba hundida en el mar! En Parque del Plata retiré dinero del Banco y continúe mi camino.
Entrando ya en Maldonado,
aproveché al pasar por Bella Vista, para
consultar al oftalmólogo. Me cambió la graduación de los lentes y al llegar a
la playa más porno de nuestro país, o sea, Playa Verde, mis ojos se deleitaron al ver, con mucha nitidez, los cuerpos extendidos
en la arena. Ni pasé por Pan de Azúcar, ¿para
qué, si yo tomo el café amargo?
Llego a Rocha y me asombró
notar que el Cabo Polonio sigue sin lograr un ascenso:
continúa siendo cabo desde hace muchos años. En La Paloma, esas aves siguen haciendo “de las suyas” y me enchastraron toda la cabeza.
En La Pedrera me tiraron piedras de todos
lados y lo que es peor, me tuve que escapar esquivando pedradas hasta llegar a Punta del Diablo, en donde había un calor impresionante: ¡parecía que
estaba en el infierno! Todo mal en Rocha.
Paso los límites
interdepartamentales; llego a Treinta y tres y entro en Santa Clara de
Olimar, la ciudad de los huevos sin yema. Escaseaba
mi yerba y aprovecho para comprarla en Villa Sara y al entrar a un baño público en Vergara, observo a un señor a mi lado y ahí me di cuenta por qué
a esa ciudad la bautizaron así. ¡Impresionante el tamaño de esa…..ciudad!
¡Inteligente y adelantada la
gente de Cerro Largo! Tienen una ciudad en donde enseñan a ladrar a los perros:
Aceguá, pero vi muy poca gente en las calles; casi todos estaban
en el velorio de un cura. Se habían ido a Fraile Muerto.
Rivera, es todo lo contrario
a Salinas, ya que mientras en Salinas hicieron un homenaje a los indios
construyendo un monumento al “arco”, en Rivera no hay indios. ¿Será por el
apellido? Además me trancaron en el camino en Tranqueras y tuve un atraso de dos horas, para llegar a la ciudad en donde tienen a
las mujeres encerradas: Minas de Corrales. Y cuando llego a Vichadero seguí comprobando
lo bien que veía con mis lentes nuevos.
Continuará
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