Es que el Papa Vergalio (o Pijoglio, así parece) ya había realizado su primer milagro sin que muchos se hubieran percatado.
Con este segundo milagro está casi segura su canonización.
Cadorniano, que también trae galanga ajena, nos explica esos dos milagros.
Primer milagro:
¡Ser argentino y humilde a la vez!
Segundo milagro:
¡Hacer que el mundo sienta afecto por un argentino!
Puede andar, ¿no?
Alcanzada por Língula |
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