Ayer me contaba el Língula que se había encontrado con un amigo en común, médico él, que se había recibido y se había ido a vivir a Punta del Este. Al tiempo de casarse se había divorciado y su ex mujer se había vuelto a Montevideo. Tiempo después se había enganchado de nuevo con una mujer y al final se casó con ella: él 54 años y ella, una preciosura, de 28 años, con todo en su lugar y en su justo término. Quedaron en encontrarse a tomar algo en un boliche, las dos parejas, para recordar viejos tiempos.
Esa noche en el bar, se conocieron los 4. Efectivamente la mina del otro era despampanante.
Como siempre, se levantó una de las mujeres e invitó a la otra a ir al baño.
Cuando los dos amigos quedaron solos, el Língula no pudo aguantar y lo encaró de primera:
- ¡Loco! ¿Cómo hiciste para engancharte una mina así? Contá hermano!!
- Mirá, contigo voy a ser bien sincero. Para mantener una relación así es importante besar a la mujer en el lugar adecuado.
- ¿Y dónde la besas vos?
- En Londres, en París, en Roma ...
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