por Trancazo
El sabio estableció que, si uno se encontraba en la situación de disponer
ya de un ave en su mano habiendo otras 100 volando en los alrededores,
lo inteligente era atesorar el pájaro que se tenía y no abandonarlo por la
posibilidad de conseguir más de aquellos que estaban en vuelo. Ahora, si los
que estaban volando en el entorno eran 200 o más, era conveniente soltar el
pájaro, para dedicarse a atrapar más pájaros y seguramente se lograría más de
uno. El sabio también señaló que, si la cantidad de pájaros estaba entre 100 y
200, no emitía consejo y dejaba la consideración en manos del cazador y de su
juicio en dicha circunstancia.
Tampoco
proveyó mucha información sobre los métodos de conteo de ejemplares en vuelo y
se sabe de las dificultades que hay que enfrentar para determinar la cantidad
de ejemplares de una bandada cuando está muy cerca. Cuando los pájaros vuelan
lejos en formación es más fácil determinar cuántos son, pero ¡andá a agarrarlos
vos!
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