¡Dejad que los presos vengan a mi!

El asunto de los presos de Guantánamo da que hablar a todo el mundo, incluso los que jamás se quebraron ni una uña por los presos en general (y los injustamente presos en particular).
Igual todo sirve para tirar algún petardo abajo de la mesa del comedor y hacer bochinche.
Mientras tanto el Obama relojea de lejos y prepara unas hambuerguesas por si el Tete va a visitarlo.
Eso si: el fotógrafo está siempre presente.

Foto de La Diaria