por Mínimo Gurméndez
Y cuando digo el Hombre es que también digo la Mujer, porque había aprendido a hablar en genérico.
Pero vamos al punto: la gente necesita vivir con ciertas certezas. Y cuando las certezas no pueden darse le alcanza con promesas. Porque algo es algo.
Y promesas hay tantas, de tan diverso tipo ...
Desde la promesa de fidelidad a la bandera a la promesa de fidelidad hasta que la muerte nos separe.
Pero las que hoy me interesan son las promesas político electorales. Porque son las más fáciles de demostrar y porque estamos en pleno auge, porque estamos en campaña electoral.
La cuestión es que uno, para creer en la promesa, le tiene que dar cierto crédito de honorabilidad al que promete. Creer en una promesa no es como creer en dios, que es cuestión de fe. Las promesas son mucho más tangibles que los dioses.
Entonces cuando uno ve que un general, rodeado de todo el pundonor marcial, promete que por su honor se presentará donde sea para aclarar dudas sobre sus procederes ... y luego se esconde en sus fueros parlamentarios (legítimamente ganados; eso sí) y no va nada ... pierde credibilidad y cae (al menos en las encuestas) de un 11% de votos a un 2% de intención en encuestas, casi comparable al Partido Independiente-de-si-mismo y su misérrimo 1%.
Cuando uno ve que a Laurita Zaffo le prometen apoyos multitudinarios en su precandidatura, cuando luego le prometen que sus listas del "Erré-al-mismo" serán encabezadas por ella misma pero luego se confabulan para que Jeber (que precisa mucho más los fueros parlamentarios que Lauri) las encabece ... y que el número dos sea Desastrori, que no tendrá presencia en el senado porque no va pero sí tiene mucha plata ...
Uno se queda pensando: si a Laurita Zaffo le prometen y no le cumplen, ¿qué será para nosotros?
También está Meares, que como candidato a presidente por su partido, ¡promete que será un buen senador de la Colisión Multicolor!
El único que promete que hará mucha, pero mucha fuerza es Ojeteda.
Y seguirá tomando Gatorade.
Comentarios
Fueros para todos (los cabildantes) o para nadie. (calentito el Maní ni)
Daniel Núñez
Daniel Núñez
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Los hombres se dividen en mujeres y varones. La palabra hombre abarca a ambos
Anónimo
Anónimo
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Es el carnaval de las promesas.
Aurora del Pedregal
Los hombres se dividen es mujeres y varones. La palabra hombre abarca a ambos
ResponderEliminarFueros para todos (los cabildantes) o para nadie. (calentito en Maní ni)
ResponderEliminarEs el carnaval de las promesas. Aurora del Pedregal
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