Cuentos infantiles en La galanga

Ilustración de Mefisto

La galanga se dedicará a recuperar los cuentos infantiles. Andan desperdigados por allí, sin que nadie los lea. Es que a los niños les interesa más un buen juego de computadora o de I-Pad.
Vamos a ver si con estos cuentos los botijas no vuelven a la lectura.

La Galanga infantil

por Máximo Gur Méndez

El Príncipe azul quería casarse. Su madre, la Reina, le había advertido que la mejor mujer para él sería aquella que tuviera intacta aún su inocencia.
Fue así que el Príncipe buscó y encontró a La Cenicienta. Le dijo que, antes de resolverse con quien se casaría, quería hacerle una sola pregunta y que le respondiera con sinceridad.
Acto seguido se bajó los pantalones y, mostrándole el miembro, le preguntó:
- ¿Qué es esto que os muestro?
La Cenicienta dudó apenas y le dijo:
- Es una poronga, Oh Príncipe mío.
El Príncipe se despidió y fue en busca de La Bella Durmiente.

Con idéntica explicación se bajó los pantalones y ante su pregunta La Bella Durmiente exclamó:
- Oh Príncipe. Eso que me mostráis es una poronga pero en mi casa me han enseñado a llamarla pene.
El Príncipe también la saludó y fue a buscar a Blancanieves.

También encaró a Blancanieves, se bajó los pantalones y Blancanieves le dijo, casi en un susurro:
- Oh venerado Príncipe. Eso que me mostráis es un honguito del bosque.

El Príncipe, seguro ya de su elección, la eligió como su Princesa.
Y se casaron con pompa y boato.
Y en la noche de la boda, luego del majestuoso baile, el Príncipe, a solas con su novel esposa le dice:
- Mira, amada mía. Cuando os pregunté si sabías de qué se trataba esto que os mostraba era para conoceros mejor. Pero debo deciros que ésto no es un honguito del bosque; es una poronga.
- No puede ser, mi amado esposo. Eso ES un honguito del bosque. Una poronga, lo que se dice PORONGA, es lo que tienen los enanos.