Mediataciones sobre la religión, el fútbol y la evolución

Fernando NeuroCir (el cascanueces de Malvín), lector de los últimos tiempos, no se aguantó más y se larga a colaborar en La galanga. La galanga tiene eso: cuando uno anda con ganas de llenarla, no puede esperar.

Meditaciones sobre la religión, el fútbol y la evolución.

I

Dios hizo la tierra y al séptimo día, descansó.

Y mientras descansaba se dio cuenta que era domingo.

Alrededor de las 10 de la mañana se puso inquieto, no podía dormirse por más que quería.

Dio un par de vueltas en su cama celestial y se dio cuenta de que le faltaba algo. No sabía que, pero le faltaba crear algo para que el mundo fuera perfecto.

De nuevo intentó descansar, pero no pudo.

Finalmente se levantó y puso la caldera en el fuego. Se preparó un mate y pensó bastante. Se sentó un rato a tomar mate.

Más tarde puso la olla en el fuego, comenzó a calentar el agua y calentó el tuco que había hecho en la noche del día anterior.

Metió los ravioles adentro de la olla, ralló el queso y sirvió los ravioles en la fuente. Abrió

una botella de vino y al terminar de descorcharla sonrió.

Y se sintió feliz por la idea que tuvo.

Solo ahí se dio cuenta de que ahora si, el mundo que había creado era perfecto: acababa de inventar el fútbol.

Y programó el primer partido para ese mismo domingo en la tarde.

II

Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza.

Pero luego de crear al fútbol decidió ser mas original.

Por eso hizo otros hombres que no eran a su imagen y semejanza, como el vendedor de choripanes, el hincha, el locutor del estadio, el mediocampista  y el atacante.

Siguió creando figuras humanas hasta que completó el cuadro: 11 titulares, 11 suplentes y miles y miles y miles de personas que rodearon este último milagro de la creación: el fútbol.

III

Satanás estaba durmiendo la siesta y soñando con un mundo en ruinas. Lo despertó el bullicio pero intentó seguir durmiendo. Se dio media vuelta en la cama y se tapó con su frazada.

Pero un grito de gol lo terminó de despertar.

Caminó enojado rumbo al estadio y al ver toda esa fiesta de colores y alegría, sintió ira.

Desde la tribuna, con toda la bronca contenida, tomó una botella y la tiró a la cancha. Sin saberlo había inventado al barrabrava, único defecto que hasta hoy tiene el fútbol.

IV

Muchos, muchísimos años después, un periodista deportivo (algunos dicen que fue el propio Sánchez Padilla) dijo que el futbolista es una especie superior. Pero como todas, desciende de otra previa: el ser humano.

El resto de los personajes (el canchero, el aguatero, el deportólogo e incluso, el propio hincha) son formas frustras, verdadera mutación de un gen situado en el cromosoma 5 del futbolista. Cuando esta mutación aparece, el futbolista se desvía de su evolución natural y se transforma en hincha o en periodista deportivo. Todos ellos son futbolistas desviados de su destino por una maldita mutación.

Pero en el fondo, su material genético esta compuesto de lo mismo. Por ello todos estos individuos sienten con tanta pasión ese deporte.

V

Charles Darwin Morales fue un antropólogo uruguayo que hizo múltiples excavaciones en el territorio nacional. Se dedicó sobre todo a estudiar los llamados “cerritos de los indios”.

Esas llamativas estructuras tienen en su interior restos de huesos, vasijas y armas y nos sirven para entender las costumbres alimenticias y los ritos funerales de los charrúas.

Charles Darwin Morales me comentó también que estudió la disposición de los cerritos indígenas desde el aire, como las líneas de Nazca.

Me mostró una foto aérea que lo dejó helado. Lo mismo pasó conmigo cuando la vi: los cerritos se disponen siempre de a cuatro.

Es más, dentro de estos grupos de 4, se disponen de a dos. No se si lo soñé, pero para mi los cerritos formaban arcos de fútbol.

VI

Antes de morir, me contó que en una excavación arqueológica en Cerro Largo, encontró una tumba grupal y que el análisis de la misma lo dejó asombrado: se trataba de 22 cuerpos indígenas de sexo masculino.

Lo que más lo impactó del extraño hallazgo fueron dos cosas: 11 indios tenían taparrabos liso y 11 indios tenían taparrabos a rayas. Se encontró además estructura esférica hecha de cuero de ciervo.

Me mostró una foto del hallazgo. No se si fue mi imaginación, pero me pareció leer “Adidas azteca” en la estructura esférica.

Cuando murió Charles Darwin Morales, su familia tiró en una volqueta todo este material. Nada de lo que cuento aquí puede ser comprobado.

VII

No se si la teoría religiosa sobre el origen del fútbol es verdad.

Tampoco se si la verdadera, es la teoría de la evolución, apoyada por los hallazgos de Charles Darwin Morales.

No estoy seguro lo que dice la historia sobre el origen ingles del fútbol sobre todo después de haber hablado con Charles Darwin Morales.

Lo que si se que es verdad, que en cualquier caso, el fútbol es un milagro.

Y lo compruebo cada vez que veo entrar a la celeste a la cancha.