Trabajando para la comunidad
En un bar de un pueblo estaban hartos que los parroquianos o gente en general les estacionaran sus autos en la vereda. De hecho había realizado trámites varios para poder poner mesitas afuera pero iba a ser imposible porque antes de empezar a atender ya habían autos estacionados.
El dueño del bar solicitó a su Ayuntamiento que le solucionaran ese inconveniente.
Vinieron a inspeccionar, comprobaron los autos; vinieron otros a medir; por fin: vinieron a poner esos pinitos de metal para impedir que los autos subieran a esa vereda.
Todo bárbaro.
Hasta que los operarios quisieron sacar la camioneta.
PD: Me olvidé de contarles que el bar está en un pueblo de Galicia
No hay comentarios:
Publicar un comentario